Desde siempre se ha asociado a La Gomera con sus paisajes, su orografía, con los senderos infinitos y bellezas como el Parque Nacional de Garajonay. Se les considera a todos ellos los principales motivos por los que visitar la isla, pero si hay algo igual de remarcable o incluso más, es la gastronomía de La Gomera. Productos artesanales, pescados frescos o alimentos tradicionales hacen de la cocina local un gran motivo para visitarla.
Productos locales
La cocina de La Gomera se caracteriza por una particularidad que siguen cada una de sus recetas y alimentos: es local. Presenta similitudes con el resto del archipiélago, pero son sus singularidades lo que la hacen única. Con productos exclusivos, la cocina forma parte de la esencia de quienes habitan la isla y su forma de vida, y sus sabores son originales a la vez que cuentan la historia de La Gomera y sus gentes.
La miel de palma es el producto más arraigado entre los gomeros, formando parte de la cultura popular. Elaborada a partir de la savia (o guarapo) de la palmera canaria, es la reina de la cocina local y se emplea para elaborar postres, cócteles o acompañar a platos principales. Es además la mejor prueba de la relación que hay entre los habitantes y la palmera, la planta más habitual de toda La Gomera y alrededor de la cual se ha creado una cultura en la isla. En la actualidad, es habitual que se utilice también como aliño en vinagretas.
Pescados como la vieja, el cherne o la corvina son habituales en la mayoría de los platos gomeros, una parte muy amplia de la alimentación local. Sin embargo, no son tan populares como los quesos, elaborados a partir de leche cruda de cabra o mezclada con leche de oveja. Existen quesos suaves, los más frescos, o los más intensos, que han sido curados durante un largo tiempo. Todos ellos han conseguido el reconocimiento de la gastronomía popular isleña.
Y qué mejor que un buen vino para acompañar el profundo sabor del queso. Los vinos locales son predominantemente blancos como los elaborados con las variedades Forastera Gomera, Listán Blanco, Marmajuelo o Malvasía, con denominación propia, la Denominación de Origen La Gomera reconocida desde 2003. Se trata de vinos con aromas intensos varietales, muy agradables en boca y con un bouquet muy peculiar. También hay vinos tintos, los más habituales son los elaborados con las variedades Listán Negro, Negramoll, Castellana o Tintilla, igualmente suaves y equilibrados, pero con aromas algo más afrutados en boca.
Sabores auténticos
El almogrote es seguramente el producto local más famoso. Elaborado con queso de cabra curado de la isla, pimienta picante, aceite de oliva y ajo, forma una masa similar a un paté que se funde en la boca. Suele ser picante y acompañado de pan tostado se convierte en un manjar al que muy pocos le pueden hacer sombra. Sus orígenes nacen de la más remota historia isleña, convirtiendo el almogrote en una verdadera joya gastronómica debido a la excelencia de su intenso sabor, además de por su carácter autóctono y su elaboración tradicional.
Artesanales elaboradas siempre en la isla, las galletas siempre son dulces y abarcan diferentes géneros y sabores, desde mantecas o tortas hasta bizcochos. Son una carta de presentación de La Gomera al mundo entero en forma de dulce y rico manjar que llevarse a la boca.
Otros platos locales son las papas arrugadas, el plato más conocido de todo el archipiélago, con el mojo como salsa omnipresente. Suelen servirse como acompañamiento y los más comunes en La Gomera son el mojo rojo, con pimientas secas, y el mojo verde, aromático de cilantro o perejil. Más típico de La Gomera es el delicioso potaje de berros, elaborado con papas berros, y costillas de cerdo y que se suele servir con gofio, cebolla picada y queso blanco.
¿Dónde comer?
A la hora de elegir dónde sentarse a disfrutar de una comida inolvidable, se tienen que analizar diferentes variables. Por supuesto, la calidad de los alimentos es la más importante y la que acabará decantando la balanza, pero tan trascendental como la comida en la mesa es el entorno en el que se consumen los productos. Y en ese aspecto, en lugares diferenciales para desayunar, comer, cenar o simplemente un tentempié entre horas, La Gomera ofrece un sinfín de oportunidades.
Qué mejor lugar para probar pescado fresco o marisco recién salido del océano que en el paseo marítimo de Playa de Santiago, con unas increíbles vistas al mar y acompañados por la brisa. En Valle Gran Rey diferentes restaurantes de la zona se nutren del pequeño puerto pesquero que aún tiene actividad, incluso existe una cofradía de pescadores. San Sebastián de La Gomera es otro lugar obligatorio para comer: ya sea en la zona del puerto, la más popular para la comida de mar, como en el casco antiguo, donde combinar platos locales de carne o pescado.
Y del mar a la montaña, tanto en los pueblos del Norte de la isla como en los alrededores del Parque Nacional se pueden encontrar con facilidad lugares para deleitarse con la comida tradicional de la isla: almogrote, queso curado y miel de palma (savia de palmera). Todo, rodeado por paisajes fascinantes que mezclan colores, historia y tranquilidad.
Las opciones son ilimitadas y las combinaciones incalculables. Porque La Gomera ofrece la oportunidad de unir naturaleza, en todo su esplendor y majestuosidad, con una gastronomía tradicional y muy singular que ha sabido adaptarse a las tendencias más innovadoras sin perder su esencia.