Riqueza Marina
A quien las costas de La Gomera le parezcan inaccesibles y escarpadas, tendría que saber que aquí, desde que el ser humano pisó sus orillas, casi todas las personas se han criado cerca del mar o sobre él, y que la gente de la franja litoral de la isla vive en estrecha conexión con el medio marino y los organismos que en el mar viven. Esto es particularmente evidente en la zona costera de Valle Gran Rey, donde se desarrolla una pesca que utiliza métodos sostenibles y con una cultura muy vinculada al mar y al uso del litoral.
Esta conexión se manifiesta también en el gran número de zonas protegidas costeras y marinas que se concentran en esta parte de la isla:
- Dos espacios naturales de Valle Gran Rey con un indudable interés científico, Charco del Conde y Charco del Cieno, albergan importantes tarajaledas y saladares, que dan cobijo a insectos muy raros y exclusivos y a aves migratorias e invernantes.
- Por su parte, en la ZEC Franja Marina Santiago-Valle Gran Rey se pueden ver con gran regularidad la tortuga boba, delfines mulares y calderones. En el mismo espacio también se protege la zona costera con cuevas submarinas, bancos de arena poco profundos y arrecifes rocosos.
- Así mismo, los acantilados de toda la zona albergan una gran variedad de aves marinas y algunos guinchos (águilas pescadoras), por lo que se han convertido en otra zona protegida (ZEPA Acantilados del sur de La Gomera).
- Además, el mar que rodea a toda La Gomera se ha declarado Whale Heritage Site, como reconocimiento de la práctica de un turismo de observación de cetáceos sostenible y respetuoso con el mar y la fauna marina. A esto se suma que toda la isla es Reserva de la Biosfera y Punto de Esperanza de la organización Mission Blue.
Conservación
En Valle Gran Rey tenemos la gran suerte de poder disfrutar de los efectos positivos del sol y de la maresía, la diversión y el frescor entre las olas, además de gran variedad de pequeñas y grandes aventuras en la naturaleza.
Hoy en día, sabemos cómo preservar este particular “punto de esperanza” para que también lo disfruten nuestros hijos:
- Disfrutar de la naturaleza con prudencia y tratándola con respeto
- Dejar la menor huella posible en cualquiera de nuestras actividades
- Optar por las ofertas de las empresas y profesionales más sensibles y sostenibles.
- No alimentar, molestar, recoger o cazar animales, volcar piedras en el agua o pasearnos por las tarajaledas.
- Adaptar nuestra vida cotidiana para utilizar la menor cantidad posible de plástico y bajo ningún concepto liberarlo en el medio,
- Elegir productos respetuosos para nuestras actividades (crema solar, jabones, insecticidas, etc.)
Siguiendo estas pautas podremos seguir observando a los delfines jugando entre las aguas cristalinas, acompañando a atunes y caballas, encontrarnos con pardelas surfeando el aire empujado por las olas, escuchar sus voces por la noche en la playa y encontrar peces de colores y criaturas desconocidas bajo el agua.
Grandes peces de Valle Gran Rey
Un privilegio marino
Valle Gran Rey es un entorno muy privilegiado para la observación de especies marinas singulares de gran tamaño. En este puerto se puede disfrutar de la convivencia pacífica con varias especies de peces emparentadas con mantas y rayas que nadan tranquilamente en estas aguas. Te invitamos a disfrutar de su presencia y a contribuir a su conservación.
Disfruta y Respeta
Es nuestro deber disfrutar de la presencia de estos maravillosos animales creando el menor impacto posible, evitando cualquier comportamiento que pueda interferir en su ciclo vital. Valle Gran Rey es un entorno privilegiado, por sus paisajes y su biodiversidad marina. Cuidémoslo para que continúe siendo así por muchas generaciones.
Mantelina
La principal protagonista de la Playa de Vueltas. En ocasiones se han llegado a contar más de 150 ejemplares. Se entierran bajo la arena cerca de la orilla, así que para evitar pisarlas lo mejor es entrar arrastrando los pies. No representan ningún peligro para el ser humano.
Chucho de Rabo Largo
Tiene el rabo considerablemente más largo que el cuerpo. Coloración más grisácea que el chucho negro. También se diferencia de esta especie por su mayor tamaño, llegando a alcanzar los 4 metros de longitud.
Chucho Negro
Cuerpo oscuro y redondeado. Se suele observar dentro de cornisas y cuevas, y es uno de los visitantes habituales del Puerto de Vueltas.
Obispo
Su coloración atigrada lo hace inconfundible. Es una especie menos frecuente de observar, además de ser conocida por su timidez. A diferencia de las mantelinas y las diferentes especies de chuchos, el obispo tiene una cabeza pronunciada que termina en un morro alargado.