Bosque de El Cedro
El bosque de El Cedro es sin duda el rincón estrella del Parque Nacional de Garajonay y una de las razones de su declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco en 1986. Es un pequeño sector de la gran masa de laurisilva que ocupa el 85% del parque nacional. Sin embargo, El Cedro es singular, ya que se trata de un bosque viejo, inalterado durante siglos, cargado de historia y leyenda, y surcado por el relajante arroyo de El Cedro.
La laurisilva es un tipo de bosque con gran cantidad de árboles mezclados (El Cedro tiene unas 12 especies), todos ellos con hojas similares a la del laurel. En su interior se crea un microclima que permite una increíble biodiversidad, completamente inofensiva y cargada de endemismos. Sobre las ramas de los árboles crecen musgos y líquenes, y el suelo está cubierto de hojas multicolores y helechos que dan al lugar un aspecto prehistórico y misterioso.
Zona recreativa de Laguna Grande
Laguna Grande es la mayor área recreativa del Parque Nacional de Garajonay y un lugar ideal para pasar un día en familia disfrutando de la naturaleza. Esta explanada descubierta de vegetación, pero rodeada de bosques tupidos de laurisilva, se encuentra cerca del alto de Garajonay (punto más alto de la isla, con 1.487 metros) y a solo 35 minutos en coche de la capital de la isla, San Sebastián de La Gomera.
El área dispone de un punto de información con guía oficial, parque infantil, aseos, aparcamientos y merendero con mesas, bancos y fogones. Un sendero circular de 900 metros de longitud y baja dificultad recorre los bosques circundantes. En el restaurante Laguna Grande, junto al área, se pueden saborear carnes asadas con leña de brezo local y platos elaborados con miel de palma gomera, un delicioso sirope de savia de palmera canaria.
La Gomera es una isla conformada por infinidad de montañas y sus barrancos están conectados por una maraña de caminos que abarcaba prácticamente todos los puntos de la isla. De esta red inmensa se han seleccionado las vías más representativas y mejor diseñadas como senderos turísticos, muchos de los cuales pasan por los bosques centenarios del parque nacional. Recorrer estos senderos es vivir Garajonay en estado puro.
Uno de los senderos más populares es el de 4,8 kilómetros que va de El Contadero a El Cedro, pasando por el arroyo de El Cedro y por un bosque de laurisilva exuberante, casi mágico. Otros, como la gran ruta circular Pajaritos-El Cedro-Tajaqué-Pajaritos, de 12,7 kilómetros, requiere piernas más expertas, pero resume perfectamente todo el parque. También se pueden contratar gratuitamente rutas con guía oficial en el centro de visitantes de Juego de Bolas.
Centro de visitantes con audiovisuales y exposiciones
El Parque Nacional de Garajonay guarda bajo la espesura de su follaje un tesoro de biodiversidad, historia, tradiciones y leyendas. Toda esa riqueza está ilustrada en los paneles informativos, proyecciones audiovisuales y exposiciones del centro de visitantes de Juego de Bolas. Situado en la zona de La Palmita (Agulo), a unos 50 minutos en coche de San Sebastián de La Gomera, este centro es de visita obligada antes de adentrarse en el parque.
Los servicios que ofrece este centro son gratuitos, incluida la reserva de plaza en las rutas interpretativas con guías oficiales del parque y los panfletos que acompañan a las rutas autoguiadas. La íntima relación de Garajonay con los habitantes de la isla se refleja perfectamente en el museo etnográfico y el taller de artesanía que se encuentran en el interior del centro. Como recuerdo, el visitante puede adquirir piezas artesanas elaboradas delante de sus ojos.
Leyenda de Gara y Jonay
Según cuenta una leyenda anterior a la conquista de las Islas Canarias por los españoles, la palabra ‘Garajonay’ proviene de los nombres de la joven princesa gomera Gara y el joven príncipe tinerfeño Jonay. Su historia de amor truncado, que data de cientos –si no miles– de años atrás, guarda una curiosa semejanza con la obra del inmortal escritor británico William Shakespeare ‘Romeo y Julieta’ y tiene como escenario lo que hoy es el Parque Nacional de Garajonay.
Cuenta la historia que Gara y Jonay se encuentran y se enamoran después de que un oráculo previniera a Gara de no acercarse al fuego. Cuando el volcán Teide de Tenerife entra en erupción, las familias separan a los enamorados por temor a la profecía. Pero Gara y Jonay se reúnen en La Gomera, escapan a las cumbres y allí, viéndose acorralados por sus familias, deciden hacer su amor eterno abrazándose mientras atraviesan sus corazones con una vara de madera de cedro.
Ermita de Lourdes
La blanca ermita de Lourdes y su diminuto y delicioso campanario están en medio del tupido bosque de El Cedro, en la ruta a pie más emblemática del Parque Nacional de Garajonay: el sendero del bosque de El Cedro. Para llegar a esta parada obligatoria del sendero hay que caminar apenas 700 metros desde el caserío de El Cedro, cerca de la población norteña de Hermigua.
Este rincón cautivador era el escenario de una de las procesiones religiosas más famosas de la isla de La Gomera. Su fascinante historia es reflejo de la diversidad cultural que define las Islas Canarias: la ermita se construyó gracias al tesón de una mujer británica, que había trabajado en La Gomera como institutriz de un empresario italiano y que soñaba con erigir este santuario dedicado la Virgen de Lourdes, una famosa advocación francesa.
- Nunca dejes residuos de ningún tipo en el entorno, incluidas las colillas. Los restos de comida contribuyen a la proliferación de roedores y gatos asilvestrados que suponen una grave amenaza para la fauna.
- Respeta a los animales, no los molestes ni los alimentes. Si ves algún ejemplar herido, puedes avisar en el teléfono de emergencias 112. Tampoco arranques flores o plantas.
- No recojas ni te lleves piedras o cualquier otro elemento del medio natural. Tampoco lo modifiques amontonándolas para realizar las tristemente famosas “torres”.
- No camines por espacios no permitidos y respeta la señalización de los senderos. Salirse de los caminos habilitados provoca daños en el entorno y además puede ser peligroso para ti y para quienes te acompañan.
- No enciendas fuego fuera de las zonas permitidas y ten especial cuidado en los meses de verano.
- Procura no alterar la tranquilidad del entorno con ruidos excesivos (música alta, gritos...).